Esa madrugada, antes de que el reloj marcara las cinco y cuarto, los labios de Felipe se abrieron para soltar un soplido burbujeante. Así se despertó.
–La puta… –dijo después.
A su lado María se volvió para mirarlo.
–¿Viejo?
Felipe estiró un brazo para acariciarla.
–Un sueño. Tuve un sueño muy raro, nada más.
La mujer encendió la luz, rescató su dentadura postiza que flotaba en un vaso con agua y se acurrucó sobre el brazo de su marido.
–¿Qué soñaste?
Felipe aclaró la garganta, el carraspeo resonó latoso en la habitación.
–Es muy raro –explicó–. Soñé que me drogaba.
–¿Que te drogabas? –preguntó ella con las vocales gangosas de un bostezo que se convertía en risa discreta.
–Sí. Es el sueño más raro que tuve en la vida –dijo, y guardó silencio mientras reconstruía los fragmentos opacos que se desprendían de su recuerdo. Por unos segundos se concentró en hundir un dedo enfundado en la sábana dentro del ombligo, como si por ahí se fugaran los detalles.
–¿Yo estaba en el sueño?
–Sí. Claro que estabas. Vos eras la que me traías la droga.
–Yo de drogadicción no sé nada –objetó, divertida, la mujer.
–Ya sé, ya sé. Pero acá hablabas con el chico de la farmacia, al que le compramos siempre las pastillas. Y vos le contabas lo que nos había dicho el médico –su mano había abandonado el ombligo para palmear con suavidad su propio pecho–, entonces el petizo, ¿cómo es que se llama el petizo este?
–Gonzalo.
–Ése. El Gonzalo te decía que había un remedio casero muy bueno para pasar los malos tragos.
–Estudia homeopatía, el chico, trabaja en una farmacia porque no le queda otra, pobre.
–Ya sé, ya sé –repuso Felipe ladeando la cabeza de un lado a otro.
–Bueno, dale, ¿entonces?
–Entonces vos le decías que no sabías, que el médico no había dicho nada de probar otras cosas, entonces el Gonzalo te explicó qué era y para qué servía el yuyo ese.
–¿Cómo se llamaba? –quiso saber ella.
–No me acuerdo. Algo parecido a la mandioca, no sé.
–¿Y?
–Bueno, la cosa es que el Martín…
–…Gonzalo –corrigió ella.
–Sí, el Gonzalo. La cosa es que el Gonzalo te vende una bolsita con los yuyos estos, y te explica cómo hay que prepararlos, cuánto hay que tomar, y esas cosas.
–¿Cómo hay que tomarlos?
–Bueno, mirá vos lo que son los sueños. Parece que a éstos tenías que cocinarlos, hacer unas galletitas de chocolate amargo –contestó Felipe, contento por haber rescatado ese dato olvidado.
–¿Bizcochitos?
–Sí –dijo él todavía sonriendo–. Bizcochitos caseros.
–¡Qué plato!
–Ja. Sí. Pero eso no es todo –continuó–. Vos llegabas a casa con los yuyos y la receta y te ponías a cocinar. Yo te estaba esperando en el living y sentía el olor.
–¿Entonces?
–Era un olor raro, me acuerdo. Como a sahumerio mezclado con pasto quemado…
–¿Y?
–Bueno. Vos dejabas las cosas en el horno y te venías a sentar conmigo.
María mudó su cabeza hacia el pecho de su marido. Siempre le había gustado sentir el latido acuoso y profundo del corazón que bombeaba la sangre caliente de Felipe, la misma sangre que, junto a la de ella, regó las semillas que ahora van por la vida con sus apellidos. Pensó en anotar esa metáfora, pero desestimó la idea cuando él prosiguió:
–Nos pusimos a hablar de nuestras cosas, de nuestra vida. ¿Viste las charlas que tenemos a veces a la tarde en el living? Bueno, así.
María sonrió y la vista se le humedeció.
–…y vos me traías un café irlandés, y después ibas y me traías la pipa y me dejabas fumar en el living, como si el humo no te molestara.
–Me molesta cuando está todo cerrado –corrigió ella, deslizando la yema de su dedo por el mentón de Felipe.
–Bueno, entonces nos quedábamos charlando de nuestras cosas, de lo bien que la hemos pasado en nuestra vida, de lo que significa la vejez –rememoró él.
–¿Seguíamos en el living?
–Sí. Estábamos todavía en el living y me acuerdo que caía la tarde y toda la casa parecía un caleidoscopio de rayos de sol –hizo una pausa y entrecerró los ojos antes de continuar–. Y trajiste los bizcochitos.
–¡Qué rico!
–Sí. Ahora que me acuerdo, al principio tenían un sabor medio raro, como el gusto de la salsa que hacía tu vieja, ¿te acordás? Al primer bocado te parecía que habías masticado una luciérnaga, pero enseguida afloraban los condimentos y las esencias y terminaba siendo una salsa de la gran puta.
Ella le dio un coscorrón suave a modo de lúdica reprimenda.
–Y con los bizcochitos pasaba lo mismo. Al segundo bocado el gusto pesado y perfumado del chocolate se desparramaba por toda la boca y ya no podías parar –Felipe hizo una pausa antes de agregar–: me dio hambre pensar en los bizcochitos.
–Ahora voy a prepararte el desayuno, pero terminá de contarme primero, que la historia es muy divertida.
–Bueno, la cuestión era que los bizcochitos estaban hechos con la droga que te había dado el petizo de la farmacia.
–Gonzalo.
–Ése, el Gonzalo –acordó él–. Y la cosa es que la droga esta no te hacía nada al principio; o sea, te la tenías que comer y esperar a ver qué pasaba.
–¿Y qué pasaba?
–Bueno, no me acuerdo muy bien, pero sí sé que nos terminamos la bandeja entera y en un momento estábamos los dos dándonos un beso.
Felipe se había vuelto para mirarla. En sus ojos brillaba una picardía infantil que a ella le despertó mucha ternura.
–¿Un beso cómo?
–Un beso de los buenos, de esos que nos dábamos cuando empezamos a salir, ¿te acordás? No nos podíamos separar, duraban como una hora.
La evocación hizo estremecer a María y Felipe la atrajo hacia él, envolviéndola con la sábana hasta el cuello.
–Me acuerdo –dijo ella.
–Y nos empezábamos a acariciar… –agregó con los ojos cerrados.
–Qué lindo sueño, viejo.
–No termina ahí, ¿eh? Ojo; falta la mejor parte.
–Dale, entonces.
–Bueno, la cosa es que, andá a saber si por la droga o qué, nos agarraba como un entusiasmo bárbaro, y a mí me parecía que el tiempo iba más lento, como pasa siempre en los sueños, ¿viste? Pero acá no sólo que el tiempo iba lento, sino que se me habían despertado todos los sentidos, porque mientras te besaba a vos, escuchaba clarito el canto de los pájaros en el jardín, la campanilla de los carillones, la música suavecita de la radio. Era como si de repente se me hubieran destapado los oídos.
–Ajá –acordó ella, alentándolo a seguir.
–Y entonces me agarraba como un ataque de amor, Bonita.
Ése era el término que Felipe utilizaba para llamarla en la intimidad. María levantó una pierna y la entrelazó a las de su marido. La cercanía los hizo reavivar un calor aletargado que los hermanaba desde tiempos remotos.
–Y era como un ataque de amor que no podía esperar –continuó él–, una mezcla de ansiedad con urgencia… No sé cómo explicarlo.
–Te entiendo –afirmó ella.
–Bueno. Y yo te besaba, pero tenía los ojos cerrados y me imaginaba que estaba besando a la María que eras cuando nos conocimos, cuando éramos jóvenes.
–Era mucho más linda que ahora –comentó ella con pesar.
–No, eras distinta, pero se ve que esa imagen es la que te queda en la cabeza y que ya no se te va más. Mirá el tiempo que ha pasado y yo te digo que en el sueño te besaba y me parecía que estaba besando a la María joven que eras cuando nos conocimos.
–Te entiendo; ¿y?
–Bueno, entonces empezábamos a sacarnos la ropa y subíamos las escaleras, dejando a nuestro paso los zapatos, los pantalones, la camisa, el delantal…
–¿Veníamos a la pieza?
–Sí, veníamos a la pieza. Y cuando llegábamos acá, estábamos los dos desnudos, y nos tirábamos en la cama y no podíamos dejar de besarnos.
¡Vieras qué lindo sueño! –agregó, blandiendo una mano en alto para enfatizar la expresión.
–Muy lindo.
–Y de ahí no me acuerdo más.
–¿Ahí terminó?
–No sé, de ahí tengo como recuerdos difusos. Pero me parece que nos echamos el polvo del siglo, María.
Una risita nerviosa se le escapó a ella, y él aprovechó para besarle la frente.
–Tengo hambre –dijo Felipe.
–Quedate acá, voy a prepararte el desayuno, ¿qué hora es?
Felipe volteó la cabeza para mirar el despertador:
–Cinco y veinticinco –contestó–. No sé para qué carajo me despierto tan temprano.
María salió de la habitación y se encaminó hacia la cocina. En el trayecto recogió la ropa que había en el suelo y en la escalera. Después fue hasta el living, juntó las tazas de café, la bandeja con los bizcochitos y se dispuso a preparar el desayuno. Mientras el agua hervía, guardó el resto de los yuyos en una lata vacía. Después sacó del armario, donde guardaban los medicamentos, las pastillas de Felipe y las de ella. Las acomodó en un plato pequeño junto a las tazas en la bandeja. Se sentía bien y aguardó junto a la pava hasta que el agua se pobló de burbujas. La molestia de su vientre había cedido por la noche, su cabeza estaba despejada y fresca. Contempló el jardín oscurecido del otro lado de la ventana, las plantas mecidas por un aire frío de agosto, las gotas pequeñas de una llovizna desganada estrellándose contra el vidrio.
–La puta… –dijo después.
A su lado María se volvió para mirarlo.
–¿Viejo?
Felipe estiró un brazo para acariciarla.
–Un sueño. Tuve un sueño muy raro, nada más.
La mujer encendió la luz, rescató su dentadura postiza que flotaba en un vaso con agua y se acurrucó sobre el brazo de su marido.
–¿Qué soñaste?
Felipe aclaró la garganta, el carraspeo resonó latoso en la habitación.
–Es muy raro –explicó–. Soñé que me drogaba.
–¿Que te drogabas? –preguntó ella con las vocales gangosas de un bostezo que se convertía en risa discreta.
–Sí. Es el sueño más raro que tuve en la vida –dijo, y guardó silencio mientras reconstruía los fragmentos opacos que se desprendían de su recuerdo. Por unos segundos se concentró en hundir un dedo enfundado en la sábana dentro del ombligo, como si por ahí se fugaran los detalles.
–¿Yo estaba en el sueño?
–Sí. Claro que estabas. Vos eras la que me traías la droga.
–Yo de drogadicción no sé nada –objetó, divertida, la mujer.
–Ya sé, ya sé. Pero acá hablabas con el chico de la farmacia, al que le compramos siempre las pastillas. Y vos le contabas lo que nos había dicho el médico –su mano había abandonado el ombligo para palmear con suavidad su propio pecho–, entonces el petizo, ¿cómo es que se llama el petizo este?
–Gonzalo.
–Ése. El Gonzalo te decía que había un remedio casero muy bueno para pasar los malos tragos.
–Estudia homeopatía, el chico, trabaja en una farmacia porque no le queda otra, pobre.
–Ya sé, ya sé –repuso Felipe ladeando la cabeza de un lado a otro.
–Bueno, dale, ¿entonces?
–Entonces vos le decías que no sabías, que el médico no había dicho nada de probar otras cosas, entonces el Gonzalo te explicó qué era y para qué servía el yuyo ese.
–¿Cómo se llamaba? –quiso saber ella.
–No me acuerdo. Algo parecido a la mandioca, no sé.
–¿Y?
–Bueno, la cosa es que el Martín…
–…Gonzalo –corrigió ella.
–Sí, el Gonzalo. La cosa es que el Gonzalo te vende una bolsita con los yuyos estos, y te explica cómo hay que prepararlos, cuánto hay que tomar, y esas cosas.
–¿Cómo hay que tomarlos?
–Bueno, mirá vos lo que son los sueños. Parece que a éstos tenías que cocinarlos, hacer unas galletitas de chocolate amargo –contestó Felipe, contento por haber rescatado ese dato olvidado.
–¿Bizcochitos?
–Sí –dijo él todavía sonriendo–. Bizcochitos caseros.
–¡Qué plato!
–Ja. Sí. Pero eso no es todo –continuó–. Vos llegabas a casa con los yuyos y la receta y te ponías a cocinar. Yo te estaba esperando en el living y sentía el olor.
–¿Entonces?
–Era un olor raro, me acuerdo. Como a sahumerio mezclado con pasto quemado…
–¿Y?
–Bueno. Vos dejabas las cosas en el horno y te venías a sentar conmigo.
María mudó su cabeza hacia el pecho de su marido. Siempre le había gustado sentir el latido acuoso y profundo del corazón que bombeaba la sangre caliente de Felipe, la misma sangre que, junto a la de ella, regó las semillas que ahora van por la vida con sus apellidos. Pensó en anotar esa metáfora, pero desestimó la idea cuando él prosiguió:
–Nos pusimos a hablar de nuestras cosas, de nuestra vida. ¿Viste las charlas que tenemos a veces a la tarde en el living? Bueno, así.
María sonrió y la vista se le humedeció.
–…y vos me traías un café irlandés, y después ibas y me traías la pipa y me dejabas fumar en el living, como si el humo no te molestara.
–Me molesta cuando está todo cerrado –corrigió ella, deslizando la yema de su dedo por el mentón de Felipe.
–Bueno, entonces nos quedábamos charlando de nuestras cosas, de lo bien que la hemos pasado en nuestra vida, de lo que significa la vejez –rememoró él.
–¿Seguíamos en el living?
–Sí. Estábamos todavía en el living y me acuerdo que caía la tarde y toda la casa parecía un caleidoscopio de rayos de sol –hizo una pausa y entrecerró los ojos antes de continuar–. Y trajiste los bizcochitos.
–¡Qué rico!
–Sí. Ahora que me acuerdo, al principio tenían un sabor medio raro, como el gusto de la salsa que hacía tu vieja, ¿te acordás? Al primer bocado te parecía que habías masticado una luciérnaga, pero enseguida afloraban los condimentos y las esencias y terminaba siendo una salsa de la gran puta.
Ella le dio un coscorrón suave a modo de lúdica reprimenda.
–Y con los bizcochitos pasaba lo mismo. Al segundo bocado el gusto pesado y perfumado del chocolate se desparramaba por toda la boca y ya no podías parar –Felipe hizo una pausa antes de agregar–: me dio hambre pensar en los bizcochitos.
–Ahora voy a prepararte el desayuno, pero terminá de contarme primero, que la historia es muy divertida.
–Bueno, la cuestión era que los bizcochitos estaban hechos con la droga que te había dado el petizo de la farmacia.
–Gonzalo.
–Ése, el Gonzalo –acordó él–. Y la cosa es que la droga esta no te hacía nada al principio; o sea, te la tenías que comer y esperar a ver qué pasaba.
–¿Y qué pasaba?
–Bueno, no me acuerdo muy bien, pero sí sé que nos terminamos la bandeja entera y en un momento estábamos los dos dándonos un beso.
Felipe se había vuelto para mirarla. En sus ojos brillaba una picardía infantil que a ella le despertó mucha ternura.
–¿Un beso cómo?
–Un beso de los buenos, de esos que nos dábamos cuando empezamos a salir, ¿te acordás? No nos podíamos separar, duraban como una hora.
La evocación hizo estremecer a María y Felipe la atrajo hacia él, envolviéndola con la sábana hasta el cuello.
–Me acuerdo –dijo ella.
–Y nos empezábamos a acariciar… –agregó con los ojos cerrados.
–Qué lindo sueño, viejo.
–No termina ahí, ¿eh? Ojo; falta la mejor parte.
–Dale, entonces.
–Bueno, la cosa es que, andá a saber si por la droga o qué, nos agarraba como un entusiasmo bárbaro, y a mí me parecía que el tiempo iba más lento, como pasa siempre en los sueños, ¿viste? Pero acá no sólo que el tiempo iba lento, sino que se me habían despertado todos los sentidos, porque mientras te besaba a vos, escuchaba clarito el canto de los pájaros en el jardín, la campanilla de los carillones, la música suavecita de la radio. Era como si de repente se me hubieran destapado los oídos.
–Ajá –acordó ella, alentándolo a seguir.
–Y entonces me agarraba como un ataque de amor, Bonita.
Ése era el término que Felipe utilizaba para llamarla en la intimidad. María levantó una pierna y la entrelazó a las de su marido. La cercanía los hizo reavivar un calor aletargado que los hermanaba desde tiempos remotos.
–Y era como un ataque de amor que no podía esperar –continuó él–, una mezcla de ansiedad con urgencia… No sé cómo explicarlo.
–Te entiendo –afirmó ella.
–Bueno. Y yo te besaba, pero tenía los ojos cerrados y me imaginaba que estaba besando a la María que eras cuando nos conocimos, cuando éramos jóvenes.
–Era mucho más linda que ahora –comentó ella con pesar.
–No, eras distinta, pero se ve que esa imagen es la que te queda en la cabeza y que ya no se te va más. Mirá el tiempo que ha pasado y yo te digo que en el sueño te besaba y me parecía que estaba besando a la María joven que eras cuando nos conocimos.
–Te entiendo; ¿y?
–Bueno, entonces empezábamos a sacarnos la ropa y subíamos las escaleras, dejando a nuestro paso los zapatos, los pantalones, la camisa, el delantal…
–¿Veníamos a la pieza?
–Sí, veníamos a la pieza. Y cuando llegábamos acá, estábamos los dos desnudos, y nos tirábamos en la cama y no podíamos dejar de besarnos.
¡Vieras qué lindo sueño! –agregó, blandiendo una mano en alto para enfatizar la expresión.
–Muy lindo.
–Y de ahí no me acuerdo más.
–¿Ahí terminó?
–No sé, de ahí tengo como recuerdos difusos. Pero me parece que nos echamos el polvo del siglo, María.
Una risita nerviosa se le escapó a ella, y él aprovechó para besarle la frente.
–Tengo hambre –dijo Felipe.
–Quedate acá, voy a prepararte el desayuno, ¿qué hora es?
Felipe volteó la cabeza para mirar el despertador:
–Cinco y veinticinco –contestó–. No sé para qué carajo me despierto tan temprano.
María salió de la habitación y se encaminó hacia la cocina. En el trayecto recogió la ropa que había en el suelo y en la escalera. Después fue hasta el living, juntó las tazas de café, la bandeja con los bizcochitos y se dispuso a preparar el desayuno. Mientras el agua hervía, guardó el resto de los yuyos en una lata vacía. Después sacó del armario, donde guardaban los medicamentos, las pastillas de Felipe y las de ella. Las acomodó en un plato pequeño junto a las tazas en la bandeja. Se sentía bien y aguardó junto a la pava hasta que el agua se pobló de burbujas. La molestia de su vientre había cedido por la noche, su cabeza estaba despejada y fresca. Contempló el jardín oscurecido del otro lado de la ventana, las plantas mecidas por un aire frío de agosto, las gotas pequeñas de una llovizna desganada estrellándose contra el vidrio.
Pronto moriría. Su vientre acabaría por ceder y las medicinas ya no surtirían efecto. Felipe, con su Alzheimer, iría a parar a un geriátrico, abandonado a la suerte de los que estorban. «Qué viejos estamos», pensó. Antes de regresar a la habitación, palmeó la lata con los yuyos, y planificó
un domingo sin visitas y sin teléfono. Sólo ellos, rememorándose, disfrutándose, como en los viejos tiempos.
Este post es parte del blog: Peinate que viene gente
113 comentarios:
BROWNIES LOCOS PARA TODO EL MUNDO!!!!!!!!!!!!!!! JAJAJAAJ
que bien me vendrian...
Me hizo llorar la historia.
Buena semana para todos!
Me encantó la historia, Sergio. Y también me hizo lagrimear, me dio mucha nostalgia. Gracias.
Que tengan todos una buena semana.
Hola Marietta.
Buenos días. De vuelta en el trabajo.
Buenos días.
Yo juro que anoche ingresé un comentario en esta entrada, luego del de Marietta.
Les deseo a todos una buena semana pre-navideña.
No le peguen a los Papás Noel. Ellos son sólo gordos jubilados que necesitan el laburo. Agárrensela con los comercios que los contratan...
Eso sí. Caguen a trompadas a los que se disfrazan de duendes en los Shoppings y andan haciendo boludeces navideñas...
Buenos días Sergio. Si tu propio blog no te registra tus mensajes...
Buen día... no me hizo llorar pero me dio cosita... mezcla de ternura y realidad de la vejez.
Buena semana para todos.
Muyyyy buenas!!!
Uhhh como me pegan éstas historias a ésta altura del año...
Mis besos de buenos dias.
Concha de la lora no iba a leer una mierda porque volví a laburar hoy y tengo 178 mails, pero como todos comentan voy a leer y vuelvo...ahhhh...
Buen día para todos.
Buenos días Ana, Valu, Beatle.
Voy a confesar una cosa. No sé por qué a Valu la hacía más bajita. Cuando el sábado la vi de pie, inmediatamente dirigí mi mirada a sus pies, esperando ver unas plataformas de 20 cm, pero no. Tenía, pero no tan altas. ¿Me estaré achicando yo?
La concha de la lora...hoy estoy de plumas verdes vió?? Tremenda la entrada...muy buena
Mario, después te paso por mail el telefono de la pizzería, depende para qué lado sean las 15 cuadras, porque si es más cerca de Urquiza, te lo pasan para allá, ahora si es para el lado de Belgrano o Palermo te lo mandan sin dramas, he llevado pedidos hasta 20 cuadras y un poquito más también.
Che... LPMQLP!!!
¿Cuándo se arregló el encuentro? ¿por qué vía? ¿porqué no me avisaron? ¿y si lo hicieron, adonde?
Y vuelvo a decir LPMQLP
Y "tan linda" te faltó, Mario.
Sergio, el encuentro empezó a gestarse acá cuando Funky avisó que iba a estar unas horas en Buenos Aires. Los detalles se arreglaron por flashelleros@googlegroups.com. ¿Vos no estás en ese grupo?
Lo de tan linda lo dije muchas veces. Es más, una vez te dije (y Sergio lo refrendó) que sos más linda de lo que vos te pensás. El día que te des cuenta, que se atajen las demás...
Beatle, estoy para el lado de Palermo, cerquita de Cramer y Dorrego.
No. No estoy en ese grupo... jeje
Teléfono para Funky...
Y quiero decir que no es la primera vez... ya esto pasó en un encuentro anterior...
Entonces te lo paso, porque llevé varias veces por esos lados.
El último del que tengo memoria, y al que también asistí, no concurriste por partido de fútbol. Fue para la vez anterior que estuvo Funky en Buenos Aires, camino hacia Zapala para emitir su voto.
Che en defensa de Cucú digo que el publicó acá que iba a andar por los buenos aires!
Ahora no se quien es el administrador del grupo de gmail...
hola Beat!
Creo que es Funky, Ana.
Sí. Publicó que iba a venir y yo dije que podía el sábado porque no tenía ningún compromiso. Y después silencio...
Funky PUTO!!!!
¡Hijo de puta! Avisé por FS, por mail y te busqué en el chat de facebook, pero no me respondiste.
¿probaste hacerte culiar por un pato de lago argentino? (1)
(1) Ver inciso N° 2. Gracias, de nada.
Cuchi cuchi es más linda que la belleza misma. Así que imagínense.
¿Y si me agregás al grupo, LCDTM?
PeloTUdo, estás en la lista...Lo estoy viendo en estos mismos instantes.
Y para que te lo veas, acá tenés una captura de pantalla de tu membresía,
¡PUTO!
LCDTM
Loco Copate Dale Tarambana Mamerto!
PUTO
Poné Un Tema, Ortiva!
¿Y a qué dirección manda los mails???? Porque a mí nunca me llegan
Tu apellido y nombre en gmail...
Tengo que pedir perdón...
Funky tiene razón.
No sé por qué puta configuración de gamil no veía los correo de este grupo y tantos otros que recien me acabo de enterar que me mandaron....
Y para que se den una idea, tengo mails desde hace 18 meses sin leer... y nunca entraron en la carpeta "Recibidos"
Ni en "Spam"
Bueno, ahora a chuparla vamos...
permizo, permizo... (ya terminó de succionar?????)
¿gde glién esdán haglando?
¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!
Hasta mañana, Sres.
Buenos días gente.
Buenos días Mario
Hola amigos.
Les comento que muy probablemente el 9 de julio del 2013 estaré por Buenos Aires. Espero que puedan organizarse así nos juntamos ¡vamos que podemos!
chalalora...
Buen día!!!
Besos a Mamá Kari que andaba pachucha!
Marieta???
Hola Ser, Marito, Cucú peliador, y segurito que Beat!
Estoy ocupado... Aunque tengo libre el 12 de octubre del 2013...
Hola Shegua
¡¡¡Muyyyy buenos dias para todos!!!!
¡¡NOOOO!!!
¿todo ese monton de tiempo tengo que esperar??
Mis besos
Hola mamucha! yo que vos hago la calle temprano porque se viene la calor mal!!!!
Buenos días Ana, Valu, Sergio, Funky.
A ver, a ver... Hmmmm no... hasta el 17 de octubre de 2017 lo veo difícil...
Toy desde tempranito mamis. Beso con ruido.
No se si llego eh.
El 17 de Octubre cumple años mi viejo, que espero siga vivo para ese entonces, así que no voy a poder... ¿y si lo dejamos para el festejo del tricentenario?
Mamucha recién recién me llegó el beso!
Gracias linda!
:D
Vayan agendando entonces, y para que Cuchitafunkyta no se ponga senSible, pueden agendarlo en este programita que anda un violín
Buen día para todos.
Buenos días Beatle, Mate.
SHEGUA y demás ladies... se derrumbó un mito...tienen que tragrloooo y no pongan excusas
Buenos días. Vamos que es un día de miércoles...
¿Ya empezó el asueto?
"el semen actúa como una especie de droga psicoactiva, cuyos efectos benéficos hacen que las mujeres sientan la necesidad de recibirlo y, en cierta forma, hacerlas adictas a la vida"
paraaaaaaaaaaaaaaaaa esto lo escribió un puñetero insatisfecho!!!!
Buenos días Ana.
Hola a la manada.
Hola Funky. ¿Qué tal la máquina?
Una maravilla, Marito. Está impecable, la verdad que si no fuera por los kms en el tablero, lo puedo hacer pasar por 0 km ¡ni un detalle tiene!
Hola a todos.
Qué te compraste Funks?
Un Gol trend, Beatleman.
Felicitaciones. Son un caño los VW
Hola Beatle.
Grageas Bitleman. Estoy chocho, sisi.
Gentes del blog: hoy no estuve por aquí debido a un pequeño problema familiar. No se si mañana voy a andar. Espero que pueda al menos entrar un ratito. Más noticias en mi muro.
Saludos
Gentes del blog: hoy no estuve por aquí debido a un pequeño problema familiar. No se si mañana voy a andar. Espero que pueda al menos entrar un ratito. Más noticias en mi muro.
Saludos
buenasssssssssssssss, termine el empastillaje post bichos, en fin, parece que mejor, veremos gracias Anita por los saludos, ahora leo la entrada, paso saludo y DIGOOOOOOOOOOO, espero pasemos la mejor NAvidad que podamos!! si te gusta la navidad fantastico y si son como mi vieja que la odia y bueno traten de comer rico y que pase pronto!!! saludos a todos todos
La Kari q cocina!
Buenos días a todos.
Sergio, ojalá no sea más que las consecuencias del stress del año escolar. Si puedo ayudar en algo, chiflá.
Buen día!
Ser que se mejore la pequeña!
Hola Mamucha!!! estás mejor??
Buenas Marito!
Putín, "en mi muro"... "en mi muro"... eso es para los maracas del féis!! Por lo que leí acá, espero que se mejore, pero por el resto... "en mi muro"...CONTRA TU MURO TE VAN A APOYAR PARA ROMPERTE EL OJETE, PEDAZO DE PUTO!!
Ahora si... buen día a todos y chau... esto ya se parecía a un chat de señoritas
Che che que tenes contra las señoritas???
ahhh cierto que a vos te van las "señoras" muy mayores! :P
jajaja, no TAN mayores como vos, Shegüita, más bien de mi edad :)
Hola Ana, Matecocido mentiloso...
TU edad a la mía le lleva como 20 años y muuuuuuuuuchas arrugas!
:P
Mario, bun día.
SHEGUA... tus "arruguitas" en los codos ya se confunden con los de la rodilla
Buenos días. Desde el sanatorio los saludo
Hola Sergio. ¿Cómo anda todo? ¿Dónde está internada?
Hola Mario. Está en Los Arcos.
Aparentemente tiene lo que dan en llamar "auto inmune". Sus anticuerpos están atacando a sus glóbulos rojos y eso es lo que le genera la anemia.
Ya determinaron qué tipo de anticuerpos son, por lo que ya sabe qué tratamiento aplicar. Ahora empozan con eso y siguen buscando qué fue lo que disparó la situación.
OK. Que todo se resuelva pronto.
Ser espero que todo se resuelva lo antes posible, te mando unos besos y cualquier cosa que necesites mandá señales
Boinas...
Hola Funky
El estado de Natalia
El martes cuando llegué a casa me tuve que ir a llevar a Natalia a la Suizo, porque se sentía mal. La verdad es que hace una semana que viene arrastrando dolor de cabeza, se agita fácil, está muy pálida y está haciendo pis oscuro. Lo que pasa es que con los exámenes, le atribuímos muchos síntomas al cansancio y stress de la situación.
La cosa es que le hicieron análisis de sangre y orina, la vió un oftalmólogo y, cuando tuvimos todos los resultados decidieron hacer una interconsulta con el pediatra de Natalia para ver si la dejaban internada, ya que no pudieron determinar lo que tiene, más allá de que los análisis dan una fuerte anemia. Tienen que determinar qué la provoca, ya que la anemia es el síntoma en este caso.
Finalmente, a las dos de la mañana nos mandaron para casa.
Ayer, a las 9, tuvimos que llevarla otra vez a la Suizo a que le hagan una ecografía y unos análisis complementarios de sangre. Y de ahí nos fuimos a ver a un Hematólogo, y luego al pediatra de Nati con todos los resultados.
Del análisis de los resultados determinaron que tenía una anemia hemofílica, que es un tipo de anemia que se provoca porque hay anticuerpos propios que están atacando a los glóbulos rojos y comiéndolos.
La internación la hicieron para seguir haciéndole estudios y determinar qué tipo de anticuerpos son los que están provocándole esto. Aparentemente eso ya lo determinaron anoche y ya se sabe cual es el tratamiento. Queda determinar qué fue lo que lo disparó para evitar que vuelva a pasar.
Sergio espero la nena se mejore pronto, abrazo desde aca, me imagino solo el momento, un gran abrazo, mantenenos al tanto!
a los demas saludos
Buenos días.
Me uno a los deseos de Kari y de todos, para que todo lo de Nati termine pronto y la tengan nuevamente en casa.
Buen día gente.
Hoy rajo temprano a las 12 brindamos y después taza taza.
Ser mis mejores deseos para Nati!!!
Decile que hay personas que no conoce que están haciendo fuerza para que esto pase rápido!!!!
Acaban de comunicarme que en una encuesta hecha a los clientes y proveedores, obtuve el puntaje más alto en la atención y que todos están más que contentos con mi desarrollo... es una boludez pero como que me cambió la cara :D
Buen día.
Sergio, espero que mejore pronto tu hija.
Anita, pedí aumento!!!
¡¡¡¡Muyyy buenassss!!
Sergio, espero que se mejore pronto tu princesa.
jajjaja contentos los motoqueros con la atencion de Ana jajaj
¡Besos chus!
Gracias Beat!
Y vos no te pases de lista
ma
mu
cha
Amigos ya me retiro... hoy tenemos el brindis.
Les dejo a cada uno un abrazo enorme junto con el deseo de una plena Navidad.
Que el niñito Jesús nos renueve las esperanzas, que pasemos junto a los seres queridos de la mejor manera.
Gracias a cada uno de ustedes por haber estado conmigo.
Aunque no festeje prometo tenerlos en mis oraciones!
los kiero
y de paso
pim pam
PUM
100
dicen que chicho salió a dar una vuelta en auto
http://www.clarin.com/sociedad/Bahia-Blanca-control-termino-adentro_0_613738849.html
Anita, Feliz Navidad para vos también.
Gentes, yo también me rajo.
Tengan una muy Feliz Navidad con sus respectivas familias.
Gustavo
Sergio, como te dije antes, lo que necesites, acá estoy. Que se mejore prontito!!!!
Y mucha fuerza a toda la familia!!
Al resto de los delincuentes que andan por acá: MUY FELIZ NAVIDAD!!!
Aunque yo no crea, aunque me rompa las pelotas las fiestas y me ponga del OGT cada Diciembre, a ponerle onda!!!
Un abrazo fuerte y será hasta el martes.
Gracias por hacerme cagar de risa durante mucho tiempo,
Besos!!!!!
Bueno, parece que se rajaron todos. Yo acá sigo laburando. Sí, ya sé que no parece, pero es así.
Por si alguno vuelve: si bien no soy creyente, comprendo la importancia de estas fiestas para mucha gente y, en última instancia, es también una tradición. Así que les deseo a todos una ¡Muy Feliz Navidad!
Y para Sergio en particular, que puedan transformar la habitación del sanatorio en un lugar mágico para pasar una Navidad distinta que sea una anécdota para contar a los nietos.
Somos dos los pelotudos, Marito...jejeje
Si, ponele...feliz navidad.
Hola, Funky.
Acá zafamos medio día el 30 (por el lunch) y el 2 de enero. Los demás días, ¡Firme Don Rodrigo!
Y Don Rodrigo...firmó la rendizión.
Feliz Navidead y prospero 2012!
No se gasten en boludeces, yo las pase casi todas, y para Navidad quiero tener una mina, limpita, linda y bien putarraca!
Jingle bells, jingle bells
Jingle all the day
I just can't wait till Christmas time
When I can roll you in the hay
Easy come, easy go
Have a good time with lots of dough
Slippin' up high, slippin' down low
Love'm and leave'm on with the show
Alright
Listen, I like female form in minimum dress
Money to spend with a capital "S"
Get a date with the woman in red
Wanna be in heaven with three in a bed
He got it, I want it
They got it, I can't have it
But I want it, but it don't matter
She got it, and I can't get it
I want a mistress for Christmas
I want a mistress for Christmas
(Ooh yeah, haha yeah
I want a mistress for Christmas
Come on)
Easy come, easy go
Slippin' high, slippin' low
(Yeah, aw right)
He got it, I want it
They got it, I can't have it
I want it, don't matter
She got it, and I can't get it -
Mistress
He got it, I want it
For Christmas
They got it, and I can't have it
Mistress
But I want it, it don't matter
For Christmas
She got it, and I can't get a
Mistress for Christmas
You know what I'm talkin' about
Mistress for Christmas
You gotta send me down
You gotta send me down
Mistress for Christmas
I want a woman in red
At the bottom of my bed
Mistress for Christmas
I can hear you coming down my smoke stack
I wanna ride on your reindeer honey and ring the bells
Que pelotudo que soy... quiero una mina y no se ni siquiera escribir Navidad!
Mandenme un negro que me gusta la mandanga!
Felicidades Nene
Y gracias todos por los deseos.
Cualquiera que es padre comprende que la mía no será una feliz Navidad.
De todas formas las cosas parecen ir mejorando, por lo menos en la actitud de Nati que hoy estuvo muchísimo más pila que ayer. Espero que esas "sensaciones" se reflejen mañana en los resultados de los análisis.
Si no vuelvo a aparecer por acá, feliz Navidad para todos.
Sepan que se los quiere
Felicidades Nene
Y gracias todos por los deseos.
Cualquiera que es padre comprende que la mía no será una feliz Navidad.
De todas formas las cosas parecen ir mejorando, por lo menos en la actitud de Nati que hoy estuvo muchísimo más pila que ayer. Espero que esas "sensaciones" se reflejen mañana en los resultados de los análisis.
Si no vuelvo a aparecer por acá, feliz Navidad para todos.
Sepan que se los quiere
Feliz Navidad para todos.
Gracias por los deseos y saludos.
Sepan que hace bien saber que están ahí.
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