El problema de tener internet en el celular

Tengo internet en el teléfono. Sé que es una perdición que sólo funciona como puerta de entrada, aunque creo que sabiendo manejarlo puede ser buenísimo (como todo internet en general).

Pero hablando un poco en chiste y un poco en serio, hay tres cosas que se perdieron con el asunto de tener internet en el celular. Una de ellas es que se perdió el debate de bar, se perdió el dar vueltas por horas alrededor de argumentos poco comprobables, el defender posturas sobre cosas exactas, y demás… Ahora lo googleamos al toque. O ni siquiera lo charlamos, porque estamos entretenidos con el aparatito.

Por otro lado, se perdió eso de tener una palabra o una idea en la punta de la lengua. Y estar un largo rato entre todos tratando de descifrarlo. De nuevo: ahora lo googleamos al toque y se acabó la duda y las adivinanzas. Ejemplo: ¿Cómo era que se llamaba la novia de Boudou? Google. Nos perdimos el tirar “¡Gertrudis algo era!”, “¡Martha!”, “¡Manu Quieto!”.

Y en tercer lugar, se perdió el misterio. Si quiero saber algo sobre una persona, me basta con googlearla o facebookearla. Y ya sé la edad, si estudia o trabaja, si hizo algo trascendente con su vida, a quién vota… ¡Todo! Y como siempre: a algunos esto les facilitará la vida y a otros les parecerá una involución. Pero igualmente se perdió un poco el misterio, ya que siempre está presente la increíble tentación de googlear.

Y sí, es como todo: la culpa no es de la tecnología, sino del uso que le damos. Pero con ese uso que al menos le da la mayoría se perdieron un poco estas tres cosas.

Este post es una adpatación de una entrada del blog: Que la pases lindo!